Hace días que te veo pasar por mi ventana con tu gorrito blanco y zapatos rotos, siempre a la misma hora y supongo haciendo las mismas tareas.
Cuando ya cae el sol y las aves de esta región del mundo se empiezan a guardar en sus nidos a soñar una noche más... es en ese instante que me pego a mi ventana… y mientras siento como se me tensa el cuerpo y aprieto hasta el dolor mis dientes; te observo inerte… te observo a vos, que aunque el viento sea el más despiadado de tus contrincantes y el frío el más agresivo de tus adversarios… te reís, te reís!... siempre te reís!

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