Te vi correr, como desesperada e insaciable, detrás de los pinchos para ti mortales. Te vi correr, entre la gula y la muerte.
No se si perdiste el timón de tus instintos o qué. Yo te vi correr.
Detrás de los pinchos para ti mortales, entre la gula y la muerte.
Con tu vestido que sólo cambia terminado el otoño y debajo del vacío cielo gris que todo lo mata, te vi correr.
Y corriste.
Y zafaste.
Y perdiste solo una pluma de ti, que se la llevó el viento y se la tragó el cielo.
Y yo tengo en mi mente solo ese momento, como una obsesión… te vi correr.

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